Después del éxito logrado por su novela «Lo que esconde tu nombre», premiado con el Nadal en 2010, Clara Sánchez aborda el tema de los niños robados. Elige la perspectiva de dos chicas jóvenes, que van narrando de forma alternada los hechos. Verónica, de unos 15 años, hija de un taxista y de una vendedora a domicilio de productos cosméticos, descubre que en su familia existe un secreto relacionado con la fotografía de una niña de unos 12 años y decide investigar por su cuenta qué se esconde tras la obsesión de su madre. La otra es Laura, hija de madre soltera, que trabaja en la zapatería de su abuela en la calle Goya en Madrid. Al llegar a la pubertad empieza a hilar retazos de conversaciones y situaciones incomprensibles y a albergar la sospecha imprecisa de que algo no es «normal» en su vida.
Aunque la prosa de Sánchez es ágil, y se lee con gusto, el artificio narrativo de los dos relatos en paralelo llega a cansar, e incluso a despistar al lector. Los demás personajes de la novela, como los padres de Verónica, Daniel y Betty, la madre de Laura, Greta, su abuela, Lillí y Ana, una misteriosa amiga de la madre de Verónica, pasan a un segundo plano y carecen de profundidad. Más borrosos todavía aparecen los médicos y enfermeras implicados en la operación. De todos modos, la novela es interesante y engancha.