Bajo tierra seca, César Pérez Gellida


César Pérez Gellida ganó el Premio Nadal en enero de 2024 por esta novela. Con todo merecimiento, tengo que reconocer. He seguido el rastro de este escritor desde sus primeras obras, en las que me llamaron la atención, sobre todo, los originales protagonistas, algunos tan memorables como el inspector Ramiro Sancho o el psicólogo «Carapocha». Después de una saga formada por varias novelas consecutivas y algunas secuelas y precuelas, Gellida cambió de tercio y presentó obras de gran calidad ambientadas en la antigua República Democrática de Alemania, o en Valladolid. Su prosa es rápida, directa, aunque a veces exagere algo con los efectos lingüísticos como, por ejemplo, intercalar varias tramas paralelas conectando los párrafos mediante la última y la primera palabra. El recurso a la música de algunas de sus primeras novelas puede cansar, de ahí que se agradezca que renuncie a las citas musicales en las obras más recientes.
Bajo tierra seca es una novela dura, muy bien compuesta, violenta y no siempre fácil de leer, debido a la profusión de saltos argumentales y flashbacks y al número de personajes. Los protagonistas, un antihéroe vulnerable y una psicópata redomada son más creíbles de lo que pudiera parecer a primera vista. Para acreditar este punto, Gellida acaba el libro con una mención y una breve biografía de la «viuda negra» Belle Gunness, originaria del norte de Noruega, que se afincó en los Estados Unidos y es, o así se supone, culpable de más de 40 asesinatos entre maridos, pretendientes y parientes cercanos. Gellida la reencarna en Antonia Monterroso, de origen eslavo, que realizó sus fechorías en la Extremadura de la segunda mitad de los 1910, entre el final de la Primera Guerra Mundial y el brote de Gripe Española. La descripción de la sociedad ibérica de aquella época no carece de estereotipos, pero es suficiente para escenificar esta singular historia. La novela arranca poco antes de su dramático y espectacular final, y va acumulando relatos previos y personajes relevantes para la trama. A veces cuesta colocar todas las piezas del puzzle en su lugar, pero el esfuerzo vale la pena. Recomendable.

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