Día sin retorno, Kressmann Taylor


Junto a Paradero desconocido, que he comentado hace poco en este blog, Kressmann Taylor publicó en 1942 este relato novelado acerca de la toma de poder de Hitler en Alemania y los intentos del partido nazi de hacerse con el mando de la iglesia protestante. El nombre real de Kressmann Taylor era Katherine Kressmann; su editor combinó su nombre y el apellido de su marido por opinar que la primera novela era demasiado dura para llevar la firma de una mujer. La historia, narrada en primera persona, relata varios años de la vida de un supuesto estudiante de teología, hijo del pastor luterano de la catedral de Magdeburgo, en los que este observa con preocupación e implicación activa la toma paulatina del poder del partido nazi. Para estar escrita en 1942, contiene una descripción bastante valiente y acertada de aquellos años.
El protagonista, Karl Hoffmann, relata en primera persona sus impresiones, sus pensamientos, y algunos hechos históricos. El personaje histórico real, Leopold Bernhard, llegó a los Estados Unidos desde París antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial y buscó trabajo en las comunidades evangélicas alemanas en ese país hasta que se dio cuenta de que su vida peligraba, pues la policía secreta nazi buscaba activamente desertores fuera de Alemania. Por mediación del FBI se dirigió a Kressmann, que publicó una historia novelada.
No es un hecho aislado que se publicara una novela de ese tipo en Estados Unidos durante la guerra. Hubo bastantes, e incluso películas, como El gran dictador, del inolvidable Charlie Chaplin (1940).
Pese a lo complejo del tema, que la autora no pudo más que esbozar, incluyendo algunos tópicos, la novela es un relato comprometido sobre la libertad religiosa y el peligro de las dictaduras. Me parece muy recomendable.

Opiniones ajenas:

A principios de los años cuarenta, cuando la Segunda Guerra Mundial hacía estragos en Europa, un joven seminarista alemán llamado Leopold Bernhard llega a Estados Unidos huyendo del régimen nazi. Tiene una larga historia que contar, y el FBI lo pone en contacto con Kressman Taylor, quien en 1942 publica Día sin retorno, protagonizado por Karl Hoffmann, nombre bajo el que se oculta la verdadera identidad de Bernhard. Revestido de ficción para proteger a su familia, en sus páginas se narra el tortuoso periplo personal del protagonista, que ve morir a su padre a manos de los nazis, y él mismo es perseguido duramente por oponerse a Hitler. Por otro lado, describe con una intensidad desgarradora cómo la alta sociedad alemana fue amoldándose poco a poco a la ideología nazi, y aceptándola, lo que permitió que el régimen de terror se extendiera velozmente por todas partes. Asimismo, refiere su primera y terrible consecuencia: las deportaciones a los campos de concentración. Más que una novela, Día sin retorno es la crónica de un hecho real escrito cuando aún Europa estaba inmersa en una de las mayores tragedias que le ha tocado vivir.Catherine Kressman Taylor (1903-1996), de origen alemán, estudió Filosofía y Letras y Periodismo. Tras comprobar la actitud antisemita de gran parte de sus amigos alemanes decidió escribir Paradero desconocido. En cuanto su marido Elliott Taylor y su editor acabaron de leer el manuscrito, ambos opinaron que la «historia era demasiado fuerte para haber sido escrita por una mujer» y, de común acuerdo, sustituyeron el nombre de ella ?Catherine? para reemplazarlo por su apellido, Kressmann, que podía pasar por nombre masculino. El éxito mundial de esta novela epistolar publicada en 1938 le permitió dedicarse a la escritura durante el resto de su vida y convertirse en la primera profesora de la Universidad de Gettysburg (Pensilvania) antes de retirarse a Italia.

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