No había leído mucho de Antonio Soler, escritor más o menos de mi quinta, que ha recibido ya algunos premios importantes, como el Nadal. Su estilo es ágil y agradable de leer. En esta novela alterna la narración lineal, directa o indirecta, con reflexiones y citas que casi recuerdan a algunos de los libros de Javier Marías.
Esta novela está centrada en un grupo de amigos o conocidos, recién salidos de la adolescencia, en una ciudad mediterránea, al sur de Despeñaperros. A lo largo de un verano se suceden pequeños acontecimientos, que van preparando a los curiosos protagonistas para la traca final, que los expulsa definitivamente del paraíso de su mundo imaginario. Los caracteres pueden ser algo exagerados, y los intereses de muchos de ellos algo limitados, pero se lee con agrado, quizá con excepción de las referencias constantes al sexo.
La peli del mismo nombre que dirigió Antonio Banderas también se ve muy bien